Cuando se presento esta actividad, lo primero que se me evoco en mi imaginario fue recordar lugares con mucha gente. Paradas de colectivos, lo que observo mientras viajo en colectivo. Lugares que reiteran mi mirada pero sin embargo, siempre hay algo nuevo para mirar.
Pero luego de pensar un rato, llegue a la conclusión que no quiero re-mirar los lugares que veo todos los dias, y por mas que parezca contraproducente, elegi observar un lugar que esta a dos pasos de distancia de mi rutina, pero nunca me tomo el momento de observar.
Ese espacio es la habitación de mis padres, siento que observar su espacio de descanso, invade de cierta manera el poco vinculo de complicidad que tenemos en relación padres/hija.
No son padres muy comunicativos, se aislan en su propio mundo, y de sus sentimientos no se nada. Como ellos tampoco de los mios.
Elijo este espacio como oportunidad en cierto punto. Para estar expectante, a que ellos se abran conmigo, como yo con ellos
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